10 consejos para cuidar tus articulaciones durante el Camino de Santiago.
Durante el Camino de Santiago estas jornadas se repiten durante varios días con una media de entre 20 y 30 kilómetros diarios y, por tanto, debemos estar atentos a los siguientes consejos:
- Calzado: lo más importante es llevar un calzado con el que ya hemos hecho alguna ruta y tienen el suficiente uso como para saber con certeza que nos resultan cómodos y que no nos provocan heridas o rozaduras. Lo recomendable es optar por calzado especial para trekking lo más ligero posible y aquí tendrás que decidir si eliges llevar botas o zapatillas (en ningún caso deportivas). Éstas últimas son mucho más ligeras y puedes encontrar modelos que también protejan el tobillo pero todo dependerá de como te encuentres más comodo/a.
- Ropa: igual que en el calzado, la ropa debe ser la adecuada y, además de otras consideraciones, debemos equiparnos de manera que nos podamos mover con libertad y comodidad. Nuestro equipo ha de ser ligero, cómodo y transpirable.
- Bastón de trekking: son muchos los peregrinos que acaban comprando un bastón durante el Camino de Santiago porque sus rodillas empiezan a acusar los kilómetros acumulados. Es un gran apoyo no sólo para evitar la carga excesiva en las rodillas y en los tobillos, también para ayudar a mantener el equilibrio.
- Realizar paradas breves: pequeños descansos que nos permitan relajar nuestras articulaciones e hidratarnos. Es recomendable que realices una pausa breve para evitar que tanto tú como tus músculos os enfriéis.
- Alimentación e hidratación: nuestro organismo necesita mantenerse hidratado, especialmente en los días más calurosos. No debemos dejar pasar más de media hora sin ingerir agua y/o bebida isotónica rica en sales minerales. Además también es importante alimentarnos con frutos secos muy ricos en proteínas que lo convierten en complemento ideal para los deportistas.
- Mantener un ritmo regular acorde con tu condición física. Lo recomendable es iniciar la caminata con un ritmo más suave e ir incrementándolo gradualmente hasta alcanzar aquel en el que te encuentres cómodo/a.
- Pasos firmes que nos ayuden a mantener el equilibrio: es importante mantener el equilibrio para evitar posibles caídas para evitar el riesgo de posibles lesiones. Apoyar toda la planta del pie te ayudará a dar pasos firmes.
-Etapas con subidas: si bien es cierto que las rodillas no sufren tanto como en los descensos, procura mantener el equilibrio, apoyar toda la planta del pie y mantener un ritmo constante. Si es muy pronunciada también puedes subir haciendo “zig-zag”, te ayudará a afrontar la subida de una manera menos traumática.
- Etapas con bajadas: en los descensos es donde más sufren tanto rodillas como los tobillos. En este caso es muy importante caminar lentamente, ayudarte con los bastones e ir caminando de lado o bien a modo “zig-zag”. Sigue estas recomendaciones y conseguirás reducir el impacto en tus articulaciones.
- Protección para el sol: aunque no tiene una relación directa con las articulaciones, protegerte de los rayos del sol te ayudará a terminar la etapa sin molestias añadidas. Es fundamental que utilices protección solar, gafas de sol y un sombrero o gorra.
Estos consejos te ayudarán pero una vez que los pongas en práctica seguro que aprenderás pequeños matices que te ayuden porque, como siempre sucede, cada persona es un mundo y no hay nadie que nos conozca mejor que nosotros mismos.
¡Buen Camino!
(Este artículo se ha obtenido de http://iperegrinos.com/10-consejos-cuidar-tus-articulaciones-camino-santiago/
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